Las dos últimas encuestas publicadas sobre las elecciones catalanas -la de Metroscopia para El País y el Racómetro de RAC1- coinciden en señalar una serie de parámetros que se vienen repitiendo a lo largo del año en todos los sondeos pero a la vez añaden nuevas variables. A continuación, un resumen sobre los puntos más significativos que indican ambas encuestas:

• CiU arrasa pero sigue lejos de la mayoría absoluta. Y tampoco podría gobernar con las nuevas fuerzas independentistas -Solidaridad y Reagrupament. Necesitaría apoyos puntuales del PP o de Esquerra.
• El tripartito se derrumba. Las encuestas no señalan ya -como indicaban antes- una previsible bajada de los socialistas y los republicanos sino un auténtico desmoronamiento de ambas fuerzas. El PSC puede bajar hasta los 28 diputados convirtiéndose de esta forma en una fuerza minoritaria más -de tamaño similar al de los republicanos durante las últimas legislaturas- y Esquerra pasaría a ser cuarta fuerza política pudiendo perder hasta 11 escaños en una sola legislatura. Los nuevos sondeos son también más severos con los ecosocialistas, ya que mientras antes se preveía que mantendrían posiciones ahora especulan con la pérdida de tres escaños.
• El PP, tercera fuerza. Las nuevas encuestas no se limitan a pronosticar el mantenimiento de los escaños conservadores sino que apuntan a una subida que puede oscilar entre los 15 y 17 escaños, convirtiéndose así de esta forma en la tercera fuerza parlamentaria con una notable ventaja sobre los republicanos.
• Aparición de Laporta. La irrupción de Laporta en el panorama político catalán parece confirmada, puesto que los dos sondeos mencionados le conceden altas posibilidades de conseguir representación -aunque exigua. Lo que no parece tan claro es que Reagrupament vaya a entrar en el Parlament. Todo indica que la subida de las fuerzas independentistas se produce a costa de Esquerra, ya que CiU se mantiene estable.
• Ciutadans se mantiene e incluso puede subir un escaño. Si en un principio parecía imposible que el partido de Albert Rivera pudiese volver a entrar en el Parlament, la baja participación prevista en las elecciones así como el retraso de UPyD en empezar su campaña permiten a Ciutadans seguir -a sólo dos meses vista de las elecciones- con posibilidades ciertas de ocupar escaños en la Cámara catalana.