martes, 17 de agosto de 2010

¡Qué viene...otro tripartito!




El PP catalán, sabedor de que todas las encuestas pronostican la caída del tripartito, se ha fijado como principal objetivo que CiU no obtenga la mayoría absoluta o que no la consiga con los escaños de otros partidos nacionalistas nacionalistas. La intención de los conservadores -apenas disimulada- es convertirse en la pieza vital para que la coalición convergente sume las mayorías necesarias para gobernar Cataluña. ¿Qué conseguirían a cambio? El apoyo de CiU en Madrid en el hipotético caso de que Rajoy gane las elecciones generales y necesite su respaldo.

Para ello, los populares catalanes no han dudado en iniciar hoy lo que se conoce en el argot de la comunicación política como “campaña negativa”. Este tipo de campañas se llaman así porque se basan únicamente la descalificación del adversario. El arquetipo de campaña negativa fue el video del doberman que lanzó el PSOE a mediados de la década de los 90 para asustar a los votantes ante la posibilidad de que el PP gobernara. La consigna era “¡Que viene la derecha!” Pero volvamos al presente y al PPC. Alicia Sánchez-Camacho ha alertado hoy ante la posibilidad de que esta vez sea CiU quien reedite otro tripartito junto al partido político de Laporta (Solidaridad Catalana per la Independencia) y a Reagrupament.




Los estrategas del PP catalán podrían simplemente haber aconsejado a sus líderes que advirtiesen a la ciudadanía del peligro que supone la alianza de Mas con otros partidos nacionalistas. Sin embargo, han querido juntar a CiU a Laporta y a Reagrupament en nuevo tripartito. ¿Por qué? Porque, hoy en día, los catalanes -probablemente no exentos de razón- asocian la palabra “tripartito” a un gobierno radical, poco cohesionado, con peleas constantes en su seno y con una gestión pública ineficaz. Los catalanes identifican la palabra “tripartito” con apagones, socavones, nevadas mal gestionadas, la crisis económica y la crisis del Estatut. No es casual que todas las encuestas pronostiquen una perdida de 8 escaños para Esquerra, 5 para el PSC y 2 para Iniciativa en las próximas elecciones. El mensaje de los populares a los electores es sencillo “Pensadlo antes de votar a una CiU que podría formar otro tripartito con Laporta y Carretero”. En otras palabras: hemos pasado del “¡qué viene la derecha!” a ¡qué viene otro tripartito!”. La idea es la misma: infundir temor en los electores ante lo que pueda venir. Desde el punto de vista de la estrategia política, no puede ser más acertada.



Al PSOE le funcionó esta estrategia en el 96 reduciendo finalmente su desventaja electoral respecto al PP a la mínima expresión. Lo volvió a intentar en las siguientes elecciones y ya no resultó. Digamos que se trata de un cartucho con una sola bala. Pero a lo mejor la primera bala de los populares catalanes da en el blanco.

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