martes, 20 de abril de 2010

Y de todo esto, ¿qué opina el Partido Popular de Cataluña?



En los últimos días, el Partido Popular de Cataluña ha mostrado un acusado perfil bajo ante el aluvión de declaraciones del resto de partidos catalanes acerca de la indecisión del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. Muchos se preguntarán cómo un partido tan combativo con el Estatut se ha limitado a tan sólo lamentar el retraso en la decisión del Tribunal Constitucional y a pedir a sus magistrados que la sentencia no se demore más de lo estrictamente necesario. Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP catalán, no ha hecho ni siquiera mención a la derrota de la ponencia de la vocal progresista Elisa Pérez Vera que avalaba en su mayoría el Estatut.



Todo tiene su explicación. A finales del 2003, las izquierdas catalanas firmaban el llamado Pacto del Tinell, que excluía al PP de cualquier pacto de gobierno, ya fuese a nivel autonómico o estatal. Cuatro años después, Artur Mas acudía al notario para certificar que no pactaría con el PPC en caso de que sumase con los conservadores la mayoría necesaria para formar gobierno. Estos dos acontecimientos han desterrado al PPC de la política catalana durante los últimos 7 años. Sin embargo, ahora las últimas encuestas conceden a los populares catalanes un papel decisivo para que Artur Mas sea investido presidente de la Generalitat. Y, “curiosamente”, el líder nacionalista sostiene que ahora el PP habla más de economía y menos del Estatut, lo cual se debe de entender como vía libre a un nuevo pacto con el PP o, al menos, como la revocación de la firma de Mas ante notario.

En el Partido Popular saben, por tanto, que están ante una oportunidad de oro para salir del aislamiento político al que han estado sometidos en Cataluña durante un lustro y medio. Sin embargo, la sentencia del Estatut les ha vuelto a colocar en el punto de mira. Los populares catalanes intuyen que cualquier salida de tono sobre este tema avivaría la memoria de los catalanes sobre su papel en el recurso contra el Estatut, les perjudicaría electoralmente y, a la postre, imposibilitaría que CiU pueda justificar ante su electorado un hipotético pacto con el PPC. Esa es la razón por la cual los conservadores están poniendo especial cuidado en no efectuar una declaración más alta que otra sobre la norma estatutaria.

¿Cuál es el objetivo del PPC? Obtener la fuerza parlamentaria suficiente para apuntalar la mayoría de Mas en el Parlament a cambio de que los convergentes hagan lo propio con Rajoy en el Congreso dentro de dos años. ¿Y la receta? Más economía y menos Estatut.

No hay comentarios:

Publicar un comentario