lunes, 31 de mayo de 2010

Lo que hay detrás de la intervención parlamentaria de Durán i Lleida




Durante estos últimos días, se ha venido comentando la última intervención de Durán i Lleida en el Congreso. Justo antes de la votación, Carlos Herrera y Carlos Alsina, directores de dos conocidos programas de Onda Cero y nada sospechosos de izquierdistas, opinaban que el PP debería abstenerse en base a su sentido de Estado. El pasado fin de semana, varios empresarios pertenecientes al Círculo de Economía criticaban igualmente a Rajoy por su oposición poco constructiva y alababan la actitud de CiU. Durán i Lleida, por su parte, justificaba la abstención de su grupo parlamentario en base a su pretensión de evitar que España fuese intervenida económica, como sucedió en Grecia.




Es verdad que CiU ha sido históricamente una fuerza política responsable y con sentido de Estado. Pero hay algo más detrás de su abstención en la votación de los recortes de Zapatero porque no debemos olvidar que la coalición nacionalista votó en contra de los Presupuestos Generales del Estado de los años 2009 y 2010, la última vez en una votación igualmente transcendental para Zapatero. Por tanto, hace tiempo que el sentido de Estado ha dejado de contar para CiU. Y hace tiempo también que los nacionalistas catalanes han comenzado a dar prioridad a que la opinión pública catalana no les mezcle con la política económica del Gobierno. Pero ante una votación en contra de los recortes por parte de CiU, a Zapatero no le habría quedado más remedio que adelantar unas elecciones generales fuertemente polarizadas, que hubiesen podido coincidir con las catalanas. Esta coincidencia electoral perjudicaría notablemente a CiU, ya que provocaría un doble efecto:

Que los votantes del PSOE en las elecciones generales, que normalmente no acuden a las urnas en las elecciones catalanas, voten esta vez también al PSC en las autonómicas aprovechando su visita al colegio electoral.

Que los votantes del PP en las elecciones generales, que normalmente votan a CiU en las elecciones catalanas, introduzcan también la papeleta del PP en las autonómicas por el “efecto arrastre” y para asegurarse que el PP tenga suficiente fuerza en el Parlament con el fin de que puedan presionar a CiU para que, a cambio, los nacionalistas les apoyen en el Congreso.

Hace un par de semanas, os comentaba que, tal y como está el panorama político actual, sólo un cataclismo podría provocar que CiU no gobernase la próxima legislatura en Cataluña. El cataclismo que temen los dirigentes nacionalistas es que las elecciones catalanas coincidan con unas elecciones generales a cara de perro y con dos electorados, el socialista y el popular, fuertemente movilizados. Eso es lo que hay detrás de la abstención de CiU.

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